Naturaleza, Biodiversidad y Paisajes Protegidos

Icod de los Vinos

Icod de los Vinos: entre el mar y el Teide

Situado en el noroeste de Tenerife, Icod de los Vinos es un destino que sorprende por la riqueza de sus paisajes y su gran diversidad natural. Limita con los municipios de Santiago del Teide, Garachico, La Guancha y La Orotava, y ocupa una extensión de 95,91 km², lo que lo convierte en el noveno municipio más grande de la isla.

Desde la costa atlántica hasta las faldas del majestuoso Teide, Icod de los Vinos asciende por un territorio lleno de contrastes. Su punto más elevado se encuentra en el Cerro de las Chajoras, a 2.755 metros sobre el nivel del mar, dentro de la vertiente norte del Parque Nacional del Teide.

Icod de los Vinos ofrece un entorno natural excepcional, con una gran diversidad de flora y fauna, muchos de ellos endémicos de Canarias. Desde sus acantilados y bosques de pino canario hasta el Paisaje Protegido de los Acantilados de La Culata, el Parque Natural de la Corona Forestal y el Parque Nacional del Teide, el municipio alberga más del 60 % de su territorio bajo protección ambiental.

El pino canario, el drago y otras especies acompañan al visitante entre senderos, bosques, matorrales y paisajes volcánicos que convierten a Icod de los Vinos en un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza.

Parque Natural de la corona forestal

El gran pulmón verde de Tenerife te espera en Icod de los Vinos.
Conecta con la naturaleza en su estado más puro en el Parque Natural de la Corona Forestal, el mayor espacio protegido de Canarias. Desde Icod de los Vinos, podrás adentrarte en este impresionante entorno de pinares centenarios, barrancos profundos y paisajes volcánicos que rodean al Teide.
En el término municipal de Icod de los Vinos, el Parque Natural de la Corona Forestal ocupa una superficie de 5132,08 ha, lo que representa aproximadamente el 11,01 % de este espacio protegido.
Flora destacada: Extensos pinares de pino canario (Pinus canariensis), la masa forestal más importante del archipiélago.
En cotas bajas: laurisilva residual con especies como laurel, faya, brezo, acebiño o madroño canario.
En cotas altas: matorral de cumbre con retama del Teide, escobón y codeso.

Fauna destacada:

Paisaje protegido de los Acantilados de la Culata

Situados entre Icod de los Vinos y Los Silos, los Acantilados de La Culata son uno de los paisajes más espectaculares del norte de Tenerife. Declarados Paisaje Protegido, combinan formaciones volcánicas milenarias, vegetación autóctona y una biodiversidad única en un entorno de gran valor escénico y cultural.

Entre barrancos, laderas y riscos se conservan sabinas, monteverde canario, almácigos y líquenes asociados a antiguas coladas de lava. Albergan especies endémicas y protegidas, como el halcón tagarote, el ratonero, palomas rabiche, murciélagos y reptiles como el lagarto tizón.

Flora destacada: Vegetación costera halófila con especies como la siempreviva de mar, servilleta, tomillo marino y oro de risco.

En laderas y barrancos: sabina, almácigo, drago, acebuche.

Fauna destacada:

Drago de San Antonio

Un símbolo vivo de la naturaleza y la resistencia en Icod de los Vinos.

En plena calle San Antonio se alza uno de los dragos más emblemáticos de Canarias: el Drago de San Antonio, un majestuoso ejemplar de Dracaena draco con más de 300 años de historia, esta joya natural impresiona por su porte y por su historia de lucha y supervivencia.

A lo largo del tiempo, este drago ha resistido amenazas que han puesto en riesgo su existencia, desde intentos de tala en los años 60 hasta un incendio intencionado en 2022. Gracias a la implicación del Ayuntamiento y de la ciudadanía, hoy se encuentra protegido y restaurado gracias a refuerzos estructurales.

El Drago de San Antonio es un símbolo de identidad local, compromiso ecológico y patrimonio natural. Visitarlo es conectarse con la historia viva de Icod de los Vinos.

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Playa de San Marcos

San Marcos: tradición, mar y tranquilidad.

La Playa de San Marcos es una de las más tranquilas del norte de Tenerife, ubicada en una pequeña bahía con forma de herradura que la protege del oleaje. Su arena negra volcánica, aguas calmadas y ambiente familiar la convierten en un lugar ideal para el baño, especialmente en verano. Cuenta con servicios como duchas, restaurantes y terrazas con vistas al mar.

Historia y tradición

Su nombre se debe al hallazgo, según la tradición guanche, de una imagen de San Marcos en una cueva cercana al mar, a finales del siglo XV, antes de la conquista de la isla. Esta imagen se conserva hoy en la Iglesia Parroquial de San Marcos.

Importancia estratégica y económica

Durante los siglos XVI y XVII, San Marcos fue un puerto de refugio para embarcaciones y blanco de ataques piratas, lo que motivó la construcción de una muralla y una atalaya defensiva. En esta zona también se estableció un astillero naval en 1590, con talleres ubicados en el monte, que bajaban la madera hasta la costa, dando origen a la tradición local de Las Tablas de San Andrés.

La Caleta hoy

Actualmente, la Caleta de San Marcos es un barrio turístico y pesquero, con un pequeño puerto, viviendas residenciales y la ermita del Sagrado Corazón de María, de estilo neogótico. Aunque pocos vestigios materiales del antiguo puerto se conservan, la zona sigue siendo un punto importante para la historia y el turismo del municipio.

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Finca Boquín

Historia, arquitectura y naturaleza

Situada en Ruiblás, sobre el Barranco de Caforiño, esta hacienda del siglo XVII domina el Valle de Icod de los Vinos. Conserva elementos tradicionales como balcones de madera, mampostería y tejados de teja. Fue construida posiblemente por el primer corregidor Jerónimo Boquín y Prado, con raíces en una familia genovesa establecida en Canarias.

Designada Bien de Interés Cultural y parte del Paisaje Natural Protegido de los Acantilados de la Culata, la finca conserva manantiales para riego escalonado y cultivos adaptados al terreno. Durante el otoño de 1921‑22, el antropólogo Bronislaw Malinowski se alojó aquí y escribió parte de Los Argonautas del Pacífico Occidental, firmando el prólogo desde «El Boquín, Icod de los Vinos, Tenerife».

En el siglo XX, la propiedad abarcaba unas 17 ha de cultivo (plátano, policultivo y viña). En 1997 fue adquirida por el Cabildo de Tenerife, que la adaptó como aula de naturaleza para visitas escolares, promoviendo la conservación del patrimonio rural, la cultura del agua y la biodiversidad local. Allí conviven especies autóctonas como palmeras, dragos, fayas, y nidifican aves como cernícalos y águilas.

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Cueva del viento

La Cueva del Viento es una cavidad volcánica situada en Icod de los Vinos, formada hace unos 27.000 años por lavas del volcán Pico Viejo, cercano al Teide. Con 18 km topografiados, es el tubo volcánico más largo de Europa y el quinto del mundo, solo superado por los de Hawái.

Su nombre se debe a las intensas corrientes de aire internas. En su interior, el visitante puede observar formaciones volcánicas únicas esculpidas por la lava, que transmiten la sensación de estar dentro de un organismo petrificado.

La Cueva del Viento, ubicada en Icod de los Vinos, es un impresionante tubo volcánico de más de 17 km. Entre sus múltiples niveles alberga una comunidad única de especies adaptadas a la oscuridad:

  • 190 especies conocidas, en su mayoría invertebrados.
  • 44 troglobias, es decir, especies que sólo habitan en cuevas, muchas sin ojos ni pigmento.
  • 15 nuevas para la ciencia, como la cucaracha sin ojos Loboptera subterranea y escarabajos como Wolltinerfia martini y Wolltinerfia tenerifae
  • También se han hallado restos fósiles de especies ya extintas de Tenerife, como el lagarto gigante (Gallotia goliath) y la rata gigante (Canariomys bravoi), además de huesos de aves tradicionales en la zona.

La compleja red de galerías, con salas como “la sala de las Raíces”, alberga comunidades cavernícolas altamente especializadas. Esto convierte a la Cueva del Viento en uno de los entornos subterráneos de mayor diversidad endémica y conservación del mundo.

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Cuevas de Don Gaspar

Ubicada en la zona de Los Castañeros, la Cueva de Don Gaspar es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Icod de los Vinos. Declarada Bien de Interés Cultural, conserva restos de ocupación guanche que datan desde el siglo III a. C. hasta el siglo III d. C.

En su interior se hallaron cerámicas, herramientas de piedra, restos de fauna y semillas antiguas, que revelan cómo vivían los antiguos habitantes de la isla. El conjunto incluye varias cuevas interconectadas, un manantial y antiguos hornos de tejas, todo en un entorno natural de gran valor patrimonial.

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La cueva de los Guanches

La Cueva de los Guanches, declarada Bien de Interés Cultural como Zona Arqueológica el 14 de junio de 2005, se encuentra a 125 metros de altitud en el acantilado de Playa Moreno. Es un tubo volcánico con ramificaciones, algunas taponadas por desprendimientos o alteraciones humanas. La vegetación de la zona incluye tabaibas amargas, cornical y matorrales rupícolas.

La entrada mide 1,85 m y se ensancha hasta 3,35 m, lo que favoreció su uso estacional como hábitat. Aunque alterada por ocupaciones sucesivas, se han hallado cerámicas, útiles en obsidiana y basalto, restos óseos animales y humanos, y vestigios de alimentación. En los años 90 se excavó una entrada lateral con restos de un enterramiento secundario. En el exterior, destacan recintos circulares y ovales de piedra seca asociados a la actividad pastoril.

Área Recreativa de Las Hayas

Situada a unos 1.000 metros de altitud, el Área Recreativa de Las Hayas se asienta sobre las antiguas coladas volcánicas de Roques Blancos, originadas en una erupción que tuvo lugar en las cumbres centrales de Tenerife hace menos de 2.000 años.

La humedad constante de la zona, generada por los vientos alisios, permite el desarrollo de una exuberante vegetación típica del monteverde. Entre las especies presentes se encuentran fayas, brezos y acebiños, que conviven armónicamente con el pino canario. En lo que respecta a la fauna, es habitual observar aves como pinzones, mosquiteros y herrerillos.

Junto al área recreativa se encuentra una zona habilitada para acampar con tiendas de campaña.

Zona Recreativa La Airosa

Zona recreativa de montaña y zona deportiva, con zona de merenderos donde podrás descansar y disfrutar de unas magníficas vistas.